Aun siendo parte del territorio nacional, la provincia de Cautín permaneció por largo tiempo fuera del control administrativo del Estado chileno. Este se volvió efectivo recién hacia 1881, cuando –como parte del proceso de ocupación de la Araucanía– se instalaron en la zona una serie de fuertes en torno a los cuales se levantaron ciudades y pueblos como Temuco, Nueva Imperial y Carahue. Los nuevos asentamientos fueron poblados por familias provenientes tanto de otras regiones del país como del extranjero –estas últimas antecedidas por los europeos que arribaron a Chile gracias a la política de inmigración selectiva iniciada por el Gobierno a mediados del siglo XIX–.
La inyección de habitantes en los pueblos y ciudades de la provincia de Cautín introdujo nuevos estilos de vida en la región. El proceso de modernización del país comenzó a expresarse en cuestiones como la introducción de manufacturas extranjeras, la consolidación de medios de transporte terrestres y marítimos, el desarrollo de actividades económicas y sociales, y la paulatina introducción de la electricidad.
Vestigios de modernización
El Museo Regional de la Araucanía conserva una interesante colección de objetos reunida por Hernán Thiers (1926-2012), oriundo de la ciudad de Carahue y descendiente de colonos alemanes. Si bien no se conoce con precisión la proveniencia de todos ellos, se sabe que en su mayoría pertenecieron a habitantes de localidades en torno al río Imperial y de otras zonas del sur de Chile.
El conjunto, que agrupa alrededor de 400 artefactos de manufactura extranjera y local hoy caídos en desuso, ha sido objeto recientemente de una investigación que busca aproximarse al proceso de modernización de la provincia de Cautín. El análisis se centró en una muestra de 68 objetos fabricados mayoritariamente en el extranjero entre 1870 y 1960, la que incluye calculadoras y relojes, una balanza, una lavadora, una cámara fotográfica a fuelle, máquinas de coser y aparatos reproductores de música, por nombrar solo algunos. Todos ellos fueron incorporados a la vida cotidiana en múltiples actividades, tales como servicios, comercio, oficios y actividades domésticas, entre otras.
El estudio de los mencionados objetos muestra en qué medida las tensiones entre lo local y lo global se manifiestan en la producción, el consumo y el uso de determinados bienes. La incorporación de tecnologías novedosas modificó quehaceres, hábitos y costumbres en el ámbito público y privado, e implicó asimismo la reconfiguración del espacio de la provincia de Cautín.
Descarga el artículo completo “Nuevas tecnologías y circulación de artefactos en la provincia de Cautín, 1881-1971. La Colección Thiers desde su cultura material”, por Francisca Valenzuela.