A fines de 2019, mientras sepultaban a un pariente en el eltun ('cementerio') comunitario de la localidad de Quintrilpe, al norte de Temuco, un grupo familiar halló un trolof, como se denomina en mapudungún un tipo de contenedor funerario tradicional elaborado a partir de un tronco ahuecado. A fin de generar espacio para la inhumación, el artefacto fue extraído por los deudos, quienes resolvieron ofrecerlo al Museo Regional en calidad de donación, con el propósito de que se lo preservara adecuadamente y diera a conocer al público. Tal deseo fue confirmado por otros miembros y autoridades tradicionales de la comunidad Santos Curinao, los que dieron su consentimiento para que el trolof fuera trasladado a la institución -destinación que fue ratificada por el Consejo de Monumentos Nacionales-.
Artefactos funerarios completos de este tipo no son comunes en los museos: el carácter fortuito de los hallazgos, las malas condiciones de preservación, la baja resolución del registro arqueológico y, en algunos casos, la decisión de no extracción o reentierro determinan que, por lo general, lleguen solo fragmentos. Por lo mismo, el registro de este artefacto con tan alto grado de integridad, representa una oportunidad inédita para documentar y comprender las prácticas, rituales y creencias en torno a la muerte del pueblo mapuche.
El trolof constituye una modalidad de inhumación presente en el área mapuche desde épocas prehispánicas hasta mediados del siglo XX, en paralelo con otras formas de enterramiento tanto de tradición indígena como occidental. El registro arqueológico y etnográfico muestra que su uso experimentó variaciones notables a lo largo del tiempo: para épocas tempranas solía depositarse directamente sobre la tierra, y solo a partir del siglo XIX parece haberse extendido su entierro en fosas. Generalmente se lo empleó como contenedor, abierto o con tapa, aunque también era corriente usarlo boca abajo, para cubrir al difunto. Las distintas expresiones de su uso funerario no sugieren la existencia de un patrón único, sino, más bien, variaciones de carácter local y territorial compatibles con un sistema de prácticas y creencias en torno a la muerte compartidas en toda el área mapuche.
Además de proporcionar antecedentes para discutir las prácticas funerarias tardías en la Región de la Araucanía y sus antecedentes tanto arqueológicos como etnográficos, el hallazgo y estudio de este tipo de artefactos permite reflexionar sobre la patrimonialización de objetos procedentes de contextos fúnebres indígenas. Su tratamiento -al igual que el de otros materiales sagrados según la cosmovisión mapuche- debe desarrollarse de manera sensible y delicada, atendiendo a los derechos e intereses de las comunidades, e incorporándolas de manera vinculante en las decisiones.
Descarga el artículo completo "Trolof: Itinerario de un objeto fúnebre desde un eltun mapuche hasta el Museo. Reflexiones en torno a prácticas mortuorias tardías en la Araucanía", por Miguel Chapanoff.