Uno de los hallazgos más importantes encontrados en el sitio arqueológico "Villa José Muñoz Concha-1" (Villa JMC-1) en Labranza, fueron nueve aros elaborados en cobre y trabajados mediante técnicas de martillado y fundido.
Con 1000 años de antigüedad, su hallazgo constituye la evidencia más antigua de la orfebrería en la región y cuestiona la idea de que esta práctica se desarrolló a partir de la influencia española.
Ocho piezas se enviaron al Centre de Recherche et de Restauration des Musées en Francia y sus resultados comprobaron que se trataba de cobre nativo de alta pureza. En 2008, seis de ellas ingresaron al Laboratorio de Arqueología del Centro Nacional de Conservación y Restauración, donde se apreció:
- Pérdida del extremo en uno de los aros y el "redondeamiento" de los extremos en los restantes, posiblemente debido al uso del artefacto.
- Manchas en la superficie producto de la corrosión natural que provocan las condiciones de humedad de la zona.
- Fracturas en dos aros.
Pese a estos deterioros, ninguna de ellas fue intervenida pues se consideró favorable su estado general de conservación.
La totalidad de aros y pendientes ingresó en julio de 2015 al Museo y hoy se encuentran embalados en condiciones adecuadas para su conservación.